Busca la Paz y síguela

Publicado por Andrés González en

Introducción

En la vida se pasa por todo tipo de momentos.

Enfermedad, alegrías, tristezas, ánimo, desanimo, y también momentos de contradicción, somos seres humanos, quizás no humanistas pero si humanos. Yo no soy un superhombre y supongo que ninguno de vosotros lo es. Necesitamos muchas cosas entre ellas apoyo. ¡Qué bueno que el Señor nos dejara el Espíritu Santo su Palabra, la comunidad de hermanos, los cultos y las predicaciones etc!, en muchas ocasiones a uno le saben muy bien las predicaciones y en otros, además, las necesita con auténtica urgencia porque en la palabra expuesta “con amor” podemos encontrar mucho consuelo, estas semanas yo estoy necesitado de eso, y he aquí que cuanto te encuentras de esa forma van y te encargan predicar. ¡Qué faena! Por eso hoy no voy a contar un cuento, ¡No estoy para cuentos! Y pensé… que haré si realmente lo que necesito es escuchar una palabra de ánimo, y encontré la solución: Predicaré como si yo estuviera sentado en el banco.

Apártate del mal, y haz el bien;  Busca la paz, y síguela.

Salmos 34:14 

Y este texto se repetía machaconamente en mi cabeza entonces me fui me senté en el ordenador y empecé a preparar una predicación para mí mismo. Si, porque yo quería las dos cosas, obedecer al encargo, que al mismo tiempo es un honor y al mismo tiempo encontrar lo que necesitaba, y entonces se dio el milagro de la palabra.

Necesito y creo que todos necesitamos tener claro que el Señor quiere algo concreto de cada uno, un objetivo claro, lo he repetido en muchas ocasiones en muchas conversaciones, pero hay muchas veces que viene muy bien que nos recuerden las cosas y hoy me toca recordármelo a mí mismo. “Necesitamos un objetivo” El Señor nos salva, nos perdona, nos da lo que necesitamos pero inmediatamente después nos pone a trabajar,  nos da objetivos para que podamos desarrollar lo que nos da. Nos pone objetivos vitales como hijos suyos y como iglesia. No siempre son fáciles pero de algo podemos estar seguros el viene con nosotros.

11  Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. 12  Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. 13  Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 14  Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

Éxodo 33:11-14

El Señor le había dado un objetivo a Moisés, levántate y entra a la tierra que jure a tus antepasados, tierra que fluye leche y miel como ríos de aguas, yo enviare a mi ángel contigo, pero Moisés le dijo al Eterno, si tu no vas con nosotros no nos saques de este lugar, no quiero una sola victoria, quiero toda una vida llena de victoria.

Eso es lo que yo necesito una vida llena de victoria, no algo pequeño, lo quiero todo…

Satanás nos quiere tener postrados, y adorando la misma situación de depresión, estrés, ansiedad, pero hoy hay que decirle: Vete… porque la Paz de Dios gobierna mi vida, y sé que Él está al control de todas las cosas. El objetivo que Dios nos da, está por encima de todo lo demás ¡Busca la paz y síguela!

¿Qué no es Paz?

  • La paz no es percibir que “todo está bien” o tener todas las circunstancias a nuestro favor.
  • La paz no es tener un status social, no es tener mucho dinero en tu cuenta. La paz sobrenatural no se encuentra en el sistema y en los valores del mundo.
  • La paz no es un alivio momentáneo, y al poco tiempo volver a la misma ansiedad. No es conseguir todo en tu fuerza para sentirte un superhombre, sentir que te has salido con la tuya.
  • La paz ni siquiera es la ausencia de conflictos interiores. Si, vivir sin conflictos es deseable pero bastante inalcanzable. Probablemente es uno de los objetivos que Dios nos pone por delante. La tan estudiada doctrina de las dos naturalezas nos habla de esta situación. La gran Yihad de los musulmanes que no es primordialmente “combatir al infiel” A no ser que entendamos que el primer infiel puedo ser yo mismo…

Porque resistirme a contar un cuento aunque hoy me haya puesto tan intimista.

Una noche un anciano indio Cherokee le contó a su nieto la historia de una batalla que tiene lugar en el interior de cada persona. Le dijo: “Dentro de cada uno de nosotros hay una dura batalla entre dos lobos. Uno de ellos es un lobo malvado, violento, lleno de ira y agresividad. El otro es todo bondad, amor, alegría y compasión”. El nieto se quedó unos minutos pensando sobre lo que le había contado su abuelo y finalmente le preguntó: “Dime abuelo, ¿Cuál de los dos lobos ganará?”. Y el anciano indio respondió: “Aquél al que más le des de comer”

¿Qué es la Paz de Dios?

La palabra Paz Como tantas veces hemos dicho es “SHALOM”  y Shalom es “plenitud”, “estar completo”, “bendición”, “salud”, “prosperidad”, “integridad”, “concordia”, “sosiego”, etc.

Paz es estar seguro de que ocupas un lugar en la voluntad del Eterno para el hombre.

12  Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. 13  Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.

Isaías 26:12-13

El problema es que queremos gobernarnos a nosotros mismo, y lo que es peor gobernar a otros pero en realidad tenemos que dejar que el Príncipe de Paz nos gobierne.

6  Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.(C) El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Isaías 9:6-7

Este es un texto que leemos en Navidad y luego parece que nos pilla un poco lejos

La PAZ de Dios es el gobierno de Dios en juicio y justicia para siempre

Podemos conformarnos con la paz terrenal humana o buscar la paz de Cristo.

27  La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Juan 14:27

La paz de Jesús es sobrenatural, la obtengo cuando me uno a Él, no está en este mundo,  no la produce los objetos, el dinero, el poder, ni siquiera el llevar razón, sino la fuente inagotable de amor el Padre Eterno.

En el tiempo de Jesús en la Tierra, cuando declaró esta frase estaba vigente la “PAX ROMANA” Esta paz, que duró aproximadamente unos 200 años, no era más que una farsa, pues se lograba por medio de la amenaza de la guerra y de la coacción. De hecho, Cornelio Tácito, un famoso historiador romano de la época, decía: “Llaman falsamente paz a una servidumbre miserable”.

La paz que el mundo de aquella época y de todas las épocas  ofrecía estaba basada en las circunstancias. Estaba basada en la política de “pan y circo”. El origen de la “pax romana” venía de cosas externas, y es este el tipo de paz que el mundo nos ofrece, debemos de tener cuidado para que esa idea de paz no se nos cuele en las iglesias, ese sí que es un mensaje peligroso. Jesús dice que su paz es diferente, que él no la da como el mundo la da. Que no está basada en circunstancias externas por engañosamente cómodas que estas parezcan.

La paz del mundo tiene una ventaja: Un alivio instantáneo fácil de conseguir, pero esta ventaja no suele dar buenos resultados, ya que el “bienestar” o placer instantáneo, muchas veces ocasiona complicaciones fuertes a futuro.

La diferencia entre la paz del mundo y la del Eterno es que una está basada en las circunstancias y la otra en el Padre Eterno.

La paz desde otro punto de vista no es la ausencia de conflictos ni siquiera lo que ocurre cuando estos se resuelven podríamos hacernos una pregunta ¿Cómo se han resuelto? ¿A qué precio?

La Paz es uno de los fundamentos sobrenaturales para vencer las obras de Satanás.

20  Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Rom 16:20

Hoy Andrés…  Quiero decirte algo profético, ¡Te va a costar como todas las palabras proféticas, no son fáciles de aceptar! Deja de preocuparte, angustiarte, afligirte, vivir en zozobras… eso le da facilidad a Satanás para mantenerte oprimido, en el momento que experimentas la paz del Espíritu de Dios, estás diciendo: “Padre Tú eres Justo en tus promesas y las cumplirás, por eso estoy en Paz”, eso te llevará a vencer al malo, y a todo lo que te oprime, a través de la Paz dale autoridad al Eterno para que trabaje a tu Favor.

“…Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti…”.

Isaías 26:3 (DHH)

“…No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece…”.

Filipenses 4:11–13 (RVR 1960)

¿Cómo recibo esa Paz? Por su sacrificio en la Cruz.

“…el castigo que sufrió (Jesús) nos trajo la paz, por sus heridas alcanzamos la salud…”. Esto es un gran misterio, hay que confiar en Él la obra de paz ya está hecha, solo hay que buscarla y seguirla.

Isaías 53:5 (DHH)

Conclusión

El mundo sigue ofreciendo su paz en las cosas naturales, superficiales, aparentemente buenas para nuestro uso o beneficio, y con resultados aparentemente positivos, pero que a la larga nos distorsionan o nos alejan del Padre.

Debemos ser capaces de entender que lo mejor para el hombre de Dios es conocer los objetivos que Dios nos marca, aceptar que Él nos capacita para conseguirlos, y trabajar en Paz, conscientes de que la obra es suya y no nos abandonará. Por mucho que parezca que todo va mal, si estamos en PAZ las cosas malas están fuera no dentro de nosotros, hemos de buscar lo que Él pone dentro de nosotros y tratar de olvidarnos un poco de lo de afuera.

Esta reflexión no es fácil de aceptar; o quizás es fácil de aceptar, pero difícil de aplicar; nuestra aparente fuerza es nuestra mayor debilidad. Siempre encontramos a alguien a nuestro alrededor que nos da mensajes como estos, una y otra vez usamos la misma respuesta ¡Tú lo ves muy fácil! Pues no, digo yo hoy, fácil no es, nuestra respuesta más visceral es pensar que lo mejor es tratar de mostrar que “llevamos razón” y hasta puede que sea cierto que la llevamos. Sin embargo, lo que el Señor me ha dicho esta semana que me diga a mi mismo y a vosotros es esta frase tan simple,

“Busca la Paz y síguela”

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